Matías Stiep
Lavalle o la cruel memoria
Novela histórica
288 pp.
ISBN 978-987-554-222-8
Cansado y enfermo, perseguido con locura por el comandante federal Oribe y su ejército, Juan Lavalle escapa como puede hacia el norte con sus últimos hombres. Mientras, rememora. Irrumpirán las voces del ayer: su viejo maestro San Martín; Juan Manuel de Rosas, aquel hermano, este Restaurador que ordenó su muerte; su esposa Dolores Correas, tan lejana; y también la sombre infinita del fusilado Manuel Dorrego. Le dirán héroe y asesino. Libertador y golpista. Amante y traicionado. Salvador y enemigo del pueblo. Así interpelado, Lavalle recuerda su vida... o tal vez la reinventa, buscando olvidar sus afrentas, sosegar las contradicciones que lo corroen como su fiebre, incuso explicarse la Patria, esa quimera. Así acosado, Lavalle corre hacia su final tremendo, cazado por la cruel memoria y por ese "destino que nos espera a todos nosotros, desvalidos y desamparados como estamos".
* * *
"Maldigo tu nombre subiendo por el Camino Real con las
trizas de mi Legión Libertadora. Meto espuela en los costillares rajados; atrás
suenan disparos: sin pausa ni respiro viene Oribe, el brazo enardecido de Juan
Manuel de Rosas, antes amigo, hoy monstruo.
El Tirano. Tu compadre.
Apenas oigo los tiros allá atrás, ya no los cascos contra el norte salteño. Blando me dejo llevar por mi tordillo extenuado por las horas y más horas de galope ininterrumpido delante de Oribe, sus lanzas, su locura. No duermo, no puedo desde que salimos de Salta. La fiebre. La náusea en la boca cuarteada. Los años... No, la vida entera peleando por esta causa...
¿Fue solo una? ¿Acaso fue tan nítida, tan luminosa como ahora lo sugiere la nostalgia?
Es cruel, cuando cae la tarde, el ejercicio de la memoria."
El Tirano. Tu compadre.
Apenas oigo los tiros allá atrás, ya no los cascos contra el norte salteño. Blando me dejo llevar por mi tordillo extenuado por las horas y más horas de galope ininterrumpido delante de Oribe, sus lanzas, su locura. No duermo, no puedo desde que salimos de Salta. La fiebre. La náusea en la boca cuarteada. Los años... No, la vida entera peleando por esta causa...
¿Fue solo una? ¿Acaso fue tan nítida, tan luminosa como ahora lo sugiere la nostalgia?
Es cruel, cuando cae la tarde, el ejercicio de la memoria."
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